Me desperté cuando el sol se ponía rojo: y aquel fue el momento
inequívoco de mi vida, el más extraño momento de todos, en el que no
sabía ni quién era yo mismo: estaba lejos de casa, obsesionado, cansado
por el viaje, en la habitación de un hotel barato que nunca había visto
antes, oyendo los siseos del vapor afuera, y el crujir de la vieja
madera del hotel, y pisadas en el piso de arriba, y todos los ruidos
tristes posibles, y miraba hacia el techo lleno de grietas y
auténticamente no supe quién era yo durante unos quince extraños
segundos. No estaba asustado, simplemente
era otra persona, un extraño, y mi vida
entera era una vida fantasmal. Estaba a medio
camino atravesando América, en la línea
divisoria entre el Este de mi juventud y el
Oeste de mi futuro, y quizá por eso sucedía
aquello allí y entonces, aquel extraño
atardecer rojo.
Jack Kerouac (On the road, 1957)
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