James Joyce, ese todoterreno.

    Asómate a la ventana,
    Cabellos de oro
    Te escuché cantar
    Una alegre tonada.

    Mi libro estaba cerrado;
    Ya no leía más,
    Veía tan solo bailar el fuego
    Sobre el piso.

    He abandonado mi libro
    He abandonado mi habitación
    Pues te he escuchado cantar

    En la oscuridad
    Cantar y cantar
    Una alegre tonada,
    Asómate a la ventana,
    Tú, cabello de oro.

(Un beso de veinticinco minutos en tu cuello.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias!