El encanto de Barcelona a las siete de la mañana |
Hay grietas en el techo por donde se filtra la angustia que un día olvidamos en un banco. Intenta volver pero se lo impedimos. La lucha se cierne en nuestra pequeña esfera azul. Con tu mirada desenredas mi inseguridad. Y volamos alto sin irnos lejos. Me comes a besos y sonríes, sonríes y me amas y yo me pierdo a un ritmo agigantado, entre tus pálpitos acelerados y tus pacientes manos. Los rayos de luz ya no entran por la ventana porque están intimidados por la locura y la belleza de esos ojos tuyos. Me agarro a tu pelo y me tocas el cuerpo. Y sin saber ni cómo, ni cuándo, ni porqué, llega nuestra hecatombe de gritos desaforados.
Brenda Alén
26/04/2013
Esto es muy bueno Brenda...
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